Opinión

Neymar, el gran infravalorado

Neymar, en su etapa en el Santos / SPORT

Como aficionados proyectamos en los futbolistas expectativas que se transforman en reproche cuando no se ven cumplidas. Hay algo mezquino en esa transferencia. Una mezcla de frustraciones privadas (¿alguna vez nos exigimos tanto a nosotros mismos como a nuestros ídolos?) junto a una mirada distorsionada de los futbolistas: tipos que solo deberían entrenar, competir y descansar para ser los mejores en lo suyo.

Participamos de la falsa creencia de estar contribuyendo decisivamente a los éxitos de un futbolista; por eso, cuando se desmarcan del camino marcado, nos convertimos en críticos despiadados. Se me ocurren nombres como Ronaldinho o Neymar, futbolistas que estuvieron en lo más alto, pero que dejaron de poner su profesión en el centro para buscar la felicidad en otros lugares.

El caso de Ney es especialmente sangrante. Muchos se esfuerzan en convertir en meme a uno de los mejores futbolistas del siglo XXI. Pero no creo que sea exagerado decir que el actual Lamine, una aparición comparable a la de Messi, está aún lejos de la mejor versión de Neymar en el Barça. Así de escandalosamente bueno era. Los que asistieron a la remontada ante el PSG saben de lo que hablo. Ese día Sergi Roberto vivió su gran momento y la foto se la llevó Messi, subido a la valla con el puño apretado, pero fue Ney el que empujó al equipo a la remontada. En términos de talento puro, no ha habido otro futbolista igual en el Barça desde Messi.

Los 105 goles y 76 asistencias en 186 partidos de azulgrana son solo una muestra de su nivel. Pero su decisión de cambiar el Barça por el PSG sigue manchando cualquier valoración sobre su etapa en Francia. Poco importan sus 118 goles y 77 asistencias en 173 partidos, todo se simplifica en que no ganó la Champions, algo que tampoco logró, por cierto, cuando le acompañó Messi.

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Los aficionados del PSG disfrutaron de cinco ligas con el brasileño pero sobre todo de su legado más poderoso: ir al campo o plantarse delante de un televisor para ver algo nuevo e insospechado. Neymar es uno de esos jugadores inabarcables que no puedes aprenderte de memoria. Durante mucho tiempo verlo en un campo fue todo un acontecimiento. Lo sigue siendo. Estos días cuando salió la noticia de su posible regreso al Santos, fue imposible no sentir una pequeña punzada de nostalgia. Un viaje a esas imágenes que llegaban de Brasil donde hacía barbaridades con el balón e inspiraba a futuras estrellas como Lamine.