Opinión

El Barça está obligado a potenciar un talento como Fermín

Fermín, goleador también ante Marruecos / EFE

Mientras el Barça negociaba por Dani Olmo, Fermín López deslumbraba en los Juegos con actuaciones de MVP. Y ahora que está a punto de reincorporarse, se ha destapado el Caso Gündogan. La llegada de Olmo ha agitado un debate legítimo sobre su impacto en los minutos de Fermín, al tiempo que ha generado inquietud en algunos futbolistas como Gündogan, que puede ver amenazados los suyos. El barcelonismo ha participado de la discusión sobre todo movido por la frustración de la negativa de Nico Williams, la gran ilusión.  

El debate está justificado en parte; es tan obvio que con Olmo la plantilla ha dado un salto de calidad como que había posiciones con más urgencias (un extremo izquierdo puro y un mediocentro, por ejemplo). Es cierto que Dani puede hacer funciones de delantero como también que, al igual que Gündogan, Pedri y Fermín, su mejor versión aparece como mediapunta. A la espera de ver qué ocurre con Gündo, el Barça tiene la obligación de potenciar un talento como Fermín (21 años). Lo suyo ha sido una aparición fulgurante y sobre todo reúne algunas de las cualidades que más necesita el Barça actual. 

Fermín es por encima de todo un competidor feroz, de esos que empujan a sus compañeros. Un futbolista que tiene el hambre de los que aún no han escrito las mejores páginas de su historia. En sus inicios están las respuestas a su temperamento. Sus limitaciones físicas le obligaron a hacerse fuerte en la adversidad y a tener que encontrar soluciones imaginativas en el juego. 

Fermín no solo imprime carácter a sus equipos, también es un jugador dinámico, ágil en espacios reducidos y muy intenso en la presión. Pero si hay algo que lo hace particularmente valioso es su relación con el gol. Su habilidad con las dos piernas y la rapidez con la que carga el disparo lo convierten en una amenaza constante. En una sola temporada en la élite ha tirado abajo la puerta y lo tiene todo para conquistar a Flick.

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Es por eso que, con la plantilla actual, no debería ser un drama si Gündogan (33 años) termina saliendo. Ahora mismo cuesta imaginarlo en una posición que no sea la de mediapunta en la propuesta de Flick. Es ahí donde suma goles y asistencias, pero su presencia al lado de Lewandowski compromete la presión. Con Olmo, Pedri y Fermín, Flick ya tiene suficientes recursos para ese rol. Ahora mismo tiene mucho más sentido invertir en un activo como Fermín que en un futbolista excelente que está viviendo los últimos años de su carrera.