Opinión | Tuercebotas

Deportistas por Kamala... y por Trump

Atletas como Stephen Curry y Magic Johnson piden el voto para la candidata demócrata frente a republicano, al que apoya entre otros el golfista John Daly

El equipo de baloncesto de EEUU, con Kamala Harris. Con el número 6, Lebron James. / NBA

Hace unos días, en un partido de fútbol americano en Filadelfia entre el equipo local, los Eagles, y los Cleveland Browns, una avioneta sobrevoló el Lincoln Financial Field con una pancarta en la que se podía leer un mensaje de propaganda política que pedía el voto para Kamala Harris: “Go Birds! Sack Project 2025! Vote Kamala”, que traducido significa “¡Vamos, Eagles! ¡Deshaceos del Proyecto 2025! ¡Votad a Kamala!” (en inglés, "sack" también significa derribar al ‘quarterback’ del equipo contrario en el fútbol americano). En Estados Unidos, la campaña entre Donald Trump y Kamala Harris ha llegado al mundo del deporte. 

Stephen Curry, Thomas Booker, Magic Johnson, Billie Jean King, Steve Kerr y Ali Truwit son algunos de los deportistas que forman parte del colectivo Athletes for Harris, quienes piden el voto para la candidata demócrata a la Casa Blanca. El golfista John Daly y el pateador de los Kansas City Chiefs, Harrison Butker, son deportistas de renombre que han mostrado su apoyo a Trump. Según Daly, los golfistas apoyan mayoritariamente a Trump, tal vez por la conocida afición del expresidente al golf: la prensa estadounidense calculó, con datos de su agenda oficial, que durante su presidencia dedicó 307 días, casi un año de los cuatro de su mandato, a jugar al golf en diferentes campos, sobre todo en Mar-a-Lago, donde tiene su mansión. 

Arrodillarse con el himno

Golf aparte, Trump no tiene una relación fluida con el mundo del deporte. Durante su presidencia, se enfrentó a jugadores de la NBA y la NFL, así como a las propias ligas (les llamó "asquerosos y tontos"), porque muchos de sus jugadores, sobre todo los negros, se arrodillaban durante la interpretación del himno nacional como gesto de protesta contra el racismo y la brutalidad policial hacia las minorías. El deporte en Estados Unidos está cargado de estereotipos y clichés raciales: la NBA es un deporte que juegan y siguen mayoritariamente los negros, mientras que el béisbol es seguido por los blancos; estos son algunos de los prejuicios que a Trump le gusta difundir. 

Pero en plena pugna electoral, el deporte puede ser un caladero de votos. Por este motivo, las campañas invierten grandes sumas de dinero en propaganda durante la transmisión de los partidos en televisión y en los estadios. Los candidatos a la presidencia y vicepresidencia se dejan ver en persona en los palcos durante los partidos, sobre todo en estados decisivos para el resultado final de la votación, como en el caso de los Eagles en Pensilvania. 

El apoyo de los deportistas sea considerado fundamental para apelar al voto, sobre todo de los jóvenes. En la política estadounidense, el apoyo abierto a los candidatos de celebridades del mundo del espectáculo y del deporte es habitual. Suelen pedir el voto de forma directa, donar dinero y organizar campañas de recaudación de fondos. "Los atletas están entre las voces más fiables para segmentos clave de votantes, especialmente entre los hombres jóvenes", dijo la campaña de Kamala Harris cuando presentó el movimiento Athletes for Harris. 

Una cancha en la Casa Blanca

Si Trump juega al golf, Barack Obama (también un afamado golfista) es aficionado sobre todo al baloncesto. Poco después de llegar a la Casa Blanca, ordenó adaptar la pista de tenis de la mansión presidencial (construida en 1991) para que pudiera usarse para jugar al baloncesto. Allí jugaba con sus colaboradores, congresistas y baloncestistas como Kevin Durant. Con motivo de su 50º cumpleaños, un amigo le organizó un partido con profesionales como LeBron James, Chris Paul, Derrick Rose, Joakim Noah, Shane Battier, Alonzo Mourning y Magic Johnson. Kamala Harris, por su parte, se declara fan de los equipos de su estado, California: los San Francisco Giants en la MLB, los 49ers en la NFL y los Golden State Warriors en la NBA. 

Esta interacción entre el mundo del deporte y la política es mucho menos habitual en España. Al contrario, aquí se estila la idea de que deporte y política no deben mezclarse y los deportistas, sobre todo los más populares, evitan pronunciarse políticamente mientras están en activo. Aun así, hay gestos que los delatan, como la actitud de algunos jugadores de la selección española de fútbol con Pedro Sánchez en la recepción en la Moncloa para celebrar el título de la Eurocopa. 

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