Claves para que tus propósitos de año nuevo no acaben en fracaso

Hay gente que realiza sus propósitos del año tras las vacaciones de verano, pero lo más normal es que el inicio de un año nuevo sea el momento de plantearse cambios saludables. 

Entre los objetivos más comunes al comenzar el año se encuentran los relacionados con mejorar la salud y el desarrollo personal.

Algunos de los más repetidos son clásicos como:

• Hacer más deporte
• Seguir una alimentación equilibrada
• Bajar de peso
• Dejar de fumar
• Reducir los niveles de estrés
• Aprender algo nuevo (pintar, música, idioma)
• Leer más
• Ser más organizado
• Priorizar el autocuidado. 

Sin embargo, a medida que pasan los meses, la motivación va disminuyendo y la mayor parte de los objetivos se abandonan. En algunos casos ni si quiera pasan meses, sino que a los pocos días el buen propósito se queda en nada. 

¿Por qué se abandonan los buenos propósitos tan rápido?

“Establecer propósitos de Año Nuevo es crucial para fomentar el crecimiento personal y la automejora. Sirven como guía para orientar nuestras acciones y nos proporcionan metas claras para alcanzar en el nuevo año”, explica María Sánchez, e-Health Manager de Cigna Healthcare.

Entonces, ¿Por qué la mayoría de las personas no es capaz de seguir adelante con ellos? Pues la especialista explica que detrás del abandono hay distintos factores:

• "La falta de estrategias prácticas y la incapacidad para adaptarse a las circunstancias cambiantes pueden convertirse en obstáculos.
• Asimismo, el establecimiento de demasiados propósitos a la vez puede generar una sensación de colapso.
• La falta de enfoque puede dispersar la energía y dificultar la concentración en metas específicas, lo que contribuye a la falta de cumplimiento”. 

Así que “para poder alcanzar las metas establecidas es importante que los cambios que queremos realizar en el estilo de vida sí vayan siempre acompañados de cambios más profundos y estructurales”, añade Sánchez.

Recomendaciones para que los propósitos de año nuevo no acaben en fracaso

Teniendo en cuenta todo lo visto, los especialistas de Cigna Healthcare facilitan algunas recomendaciones para no fracasar en la puesta en marcha de esos objetivos saludables de cara al 2024: 

1 . Objetivos que nos motiven.

Para cumplir alguno de los

propósitos de año nuevo

se requiere disciplina y esfuerzo. Por eso, es esencial que esos propósitos nos resulten especialmente motivantes, es decir, que merezcan tanto la pena que el esfuerzo compense. 

Y si se fracasa no se debe uno desmotivar. “Es importante afrontar el fracaso como una oportunidad para aprender, crecer y adaptarse. De esta manera, no solo fortalece la resiliencia emocional, sino que también fomenta la autocompasión, el perdón hacia uno mismo y la habilidad de ajustar estrategias para futuros intentos”, señalan los expertos.

2 . Objetivos SMART.

Hay que ser realistas y plantearnos cosas que no requieran un gran esfuerzo, porque cuanto más ambicioso es el propósito, más difícil es mantenerlo. Y esa dificultad aumenta las probabilidades de dejarlo por imposible. 

Por eso, los objetivos de mejora para el año nuevo tienen que ser:

• Específicos
• Medibles
• Alcanzables
• Relevante
• Y con un tiempo definido.

Así, como explican desde Cigna Healthcare:

"Por ejemplo, en vez de plantear bajar de peso o hacer deporte, es conveniente abogar por metas mucho más concretas y realistas en las que los resultados sean medibles fácilmente, como hacer deporte cuatro horas a la semana o bajar de peso tres kilos en los próximos dos meses”, .

3 . Registrar los avances.

No debemos ser impacientes. Conseguir los objetivos es algo paulatino, un trabajo a largo plazo. Por eso, es esencial registrar la evolución y avances que poco a poco se van alcanzando. 

“Ver esos pequeños hitos del día, y cómo acercan más a la persona al resultado final esperado, suponen una motivación. Para ello se puede, por ejemplo, tomar fotos de cómo se inició y cómo se encuentra tras un tiempo para visualizar, así, estos avances”. 

4 . Poner el foco en los logros.

La consecución de los buenos propósitos no es un lineal. Hay momentos de bajón o retroceso. Por eso, hay que fijarse en los logros, por pequeños que sean, para contrarrestar la desmotivación y el estrés, y así aumentar la motivación para seguir avanzando con los propósitos establecidos.