Ancelotti marea a Bellingham

Jude Bellingham pasó con más pena que gloria por el Clásico. No fue ese jugador definitivo en los enfrentamientos del año pasado ante el Barcelona, un media punta que llegaba desde atrás con veneno para sorprender a la defensa azulgrana. En esta ocasión, Ancelotti decidió ponerlo en la banda derecha para tapar las subidas de Balde y ejercer de centrocampista para cerrar ese carril. Un puesto en el que pierde ese efecto sorpresa que tan buen resultado le ha dado al equipo blanco.

Ancelotti marea al inglés esta temporada cambiando cada dos por tres su posición. De media punta, de centrocampista zurdo, por la derecha, por el centro o incluso de carrilero diestro como ante el Barça. No es la primera vez que le pone en esa posición, ya lo hizo contra el Borussia, pero con Rodrygo ayudando al poner tres delanteros. Bellingham tampoco brilló demasiado, pero volvió a dejarse todo sobre el campo.

Adiós al ‘efecto Bellingham’

“Puse a Bellingham por derecha porque pensaba que iba a encontrar más espacios para llegar de segunda línea. En la izquierda tenemos a Mbappé y Vinicius, pero la derecha se ha quedado más descubierta”, explicaba el italiano tras derrotar al equipo alemán. Ante el Barcelona repitió, pero en esta ocasión de carrilero y sin la ayuda de Rodrygo, lesionado. El inglés volvió a vaciarse para socorrer a Lucas Vázquez, pero hizo un partido en el que solo aportó sin balón, porque el italiano decidió quitárselo para que se emplease en labores defensivas.

El Real Madrid ha perdido el ‘efecto Bellingham’ con la llegada de Mbappé. Ya no entra tanto desde la segunda línea. El francés le tapa la posición a diferencia de Rodrygo el año pasado. Kylian no le abre los espacios tirándose a la banda derecha. El resultado es que no ha marcado en los once partidos que ha jugado, cuando la temporada pasada llegó a los 10 goles en sus primeros 11 partidos.

Un sistema para Mbappé

Ancelotti ha variado todo el esquema que funcionó el curso pasado para encajar a Mbappé, pero solo Vinicius ha conseguido asomar la cabeza. Es el único al que ha respetado la posición. Pero al brasileño también le ha costado más de lo esperado recuperar su rol en el equipo. Tardó un mes en volver a ser ese jugador diferencial.

Apareció la mejor versión de Vinicius contra el Espanyol el 21 de septiembre: (un gol y MVP del partido). Desde entonces, ha marcado siete goles en ocho partidos, algo que Bellingham no ha conseguido ante tanto cambio de posición a la que le somete Ancelotti. A esto suma que sus subidas son invisibles con Mbappé por delante. Ni Vinicius ni el francés le ven cuando llega solo al remate. Ante el Celta se enfadó vehemente con Vinicius por no darle el balón cuando estaba para empujarlo. La reacción de Ancelotti fue decir que “tiene huevos y carácter”.