REAL MADRID

Alboroto en el vestuario del Madrid

Los resultados, el mal juego, las decisiones de Ancelotti y la competencia mal entendida han provocado dudas entre los jugadores blancos

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Muchos aficionados opinan que el ciclo de Ancelotti podría haber acabado. / Perform

Alejandro Alcázar

Las miradas se soslayan entre los componentes de la plantilla del Real Madrid. Ancelotti está en el centro de las dudas de algunos jugadores, que no ven avances en el juego ni en las decisiones tácticas de un técnico que repito las mismas ecuaciones partido tras partido. Ya se sabe que el futuro de los entrenadores depende de la respuesta de los jugadores, y en este caso empiezan a alejarse del italiano. Uno de los trabajos más difíciles para un técnico es controlar los egos de los jugadores, y Carlo maneja este arte con habilidad.

Voces internas

Ancelotti mantiene la confianza de la directiva, que no se ha planteado prescindir de sus servicios, pese a que ya hay voces que empiezan a pensar que sus métodos empiezan a dejar de ser eficaces. Algunos jugadores empiezan a aburrirse con las directrices del italiano, como se puede ver en algunos partidos. La mayoría sigue apoyándole, sobre todo los que son de su confianza jueguen bien o mal.

La mano izquierda de Ancelotti ha perdido influencia en un vestuario muy profesional, pero la fe en sus directrices empieza a decaer ante las dudas en el juego. Su mensaje ya no tiene la contundencia de antes y sus decisiones empiezan a chirriar en un equipo en el que algunos reclaman más protagonismo viendo que otros están rindiendo por debajo de su nivel.

Recuperar la confianza

Ancelotti no es de hacer revoluciones, de tomar medidas drásticas. Es un técnico cercano que escucha a todos, pero que toma sus propias decisiones muchas veces políticas para no incomodar a los pesos pesados. La ilusión de los meritorios se resquebraja visto su inmovilismo en la elección de las alineaciones, y la implicación deja de ser máxima. Las salidas de Nacho o Joselu, que asumían su rol dando ejemplo, como Lucas Vázquez, deja una estela de dudas en sus sucesores.

Queda mucha temporada y el reto de Ancelotti es recuperar esa confianza de un vestuario que se aleja de él. Los resultados han avalado hasta la fecha su trabajo, aunque no el juego, pero las derrotas en Lille y, sobre todo, en el Clásico abren un compás de espera. Su labor es encontrar sinergias e intentar ser justo con todos, pero le cuesta sentar a ciertos jugadores cuando no rinden a su nivel. Y eso empieza a lastrar su trabajo.

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