El disparate inexplicable de no parar el deporte en España

No están siendo días fáciles viendo lo que viene ocurriendo en la Comunitat Valenciana desde inicios de la semana pasada. España está pasando por una de las peores tragedias que se recuerdan en la historia moderna, con una DANA que ha causado daño y dolor a un número muy alto de víctimas. Una cifra que no se detiene, y que cuando sea definitiva, exigirá responsabilidades en una clase política que, para sorpresa de pocos, no ha estado a la altura, más pendiente de lanzarse trastos entre ellos que bajar al fango y ayudar a todas las familias afectadas.

Siendo consciente de la magnitud de la tragedia, hubo un punto de inflexión que me impresionó y que no me permite ver lo que ocurre en los territorios afectados de otra manera que no sea con profunda pena y tristeza. Fue cuando 'ElDiario.es' cifró en 1.900 las personas desaparecidas. Un número muy doloroso teniendo en cuenta que la cifra de fallecidos se encuentra, por el momento, en poco más de 200. Sirvan estas líneas para mandar ánimos y todo el apoyo a las personas que están sufriendo las consecuencias del terrible temporal.

Es tanto el dolor que siento viendo lo que ocurre estos días, que no le encuentro ningún sentido a que el deporte no haya parado, al menos este fin de semana, como mínimo, por respeto a la tragedia que afecta al país. Es inevitable pensar que la actividad deportiva transcurre al margen de lo ocurrido, como si no pasase nada y el espectáculo debiera de continuar. Hemos visto y oído a los protagonistas del deporte emocionados, afectados, rotos, e incrédulos con el hecho de que el deporte no haya descansado estos últimos días.

Son varios, los clubes que han tomado medidas para ayudar con todo lo posible a los afectados. Vicente Moreno, entrenador de Osasuna y nativo de Masanasa, rompió a llorar en la previa del partido de su equipo ante el Valladolid. Tras acabarlo, no dudó en acudir a su pueblo, y como uno más, coger una pala y tratar de arreglar todo lo que el temporal destrozó.

En estas líneas casi siempre se habla de baloncesto, y considero insuficiente que la Liga Endesa tan solo haya decidido guardar un respetuoso minuto de silencio antes de cada partido. Esta jornada se debería haber aplazado, y en el apretado calendario, seguro que se hubiese encontrado alguna fecha para jugar en otras condiciones, en otras circunstancias de 'normalidad', algo que España no vive a día de hoy.

Vienen días duros por delante todavía, con la esperanza que la alta previsión de muertes no sea tan grande como nos tememos. No tengo dudas de que el mundo del deporte se volcará con los afectados, pero este fin de semana, no había nada que celebrar.