El Barça de Flick solo sabe golear

El Barça notó demasiado la ausencia de Dani Olmo en el centro del campo durante los primeros cuarenta y cinco minutos y eso propició un desorden poco habitual en el equipo de Flick.

Un escaso control del partido y demasiadas imprecisiones fruto de no tomar la iniciativa de marcar el ritmo del partido. A pesar de todo, los azulgranas se fueron al descanso con un marcador favorable propiciado por el escaso nivel del rival. O sea, que se sintieron tan superiores que pensaron que el resultado caería por si solo. A todo eso, De Jong sigue lejos de su mejor forma.

Con el uno a dos favorable arrancó la segunda parte con la esperanza que la arenga de Flick cambiaría la dinámica del partido. Pues sí, todo cambió tras el descanso. Aumentó notablemente el ritmo de juego, se recuperó el orden en el centro del campo y aumentó la concentración. Tres factores determinantes y que provocaron la llegada de dos goles en tan solo diez minutos y un tercero de Fermín que completaba una manita europea.

El Barça de Flick va de goleada en goleada. Solo hay que ver los últimos resultados. Se acabaron aquellos tiempos en los que solo sabían ganar por un gol de diferencia. Tanto es así, que ya son el equipo que más goles han marcado en la Champions y con Raphinha y Lewandowski encabezando la lista de goleadores.

Es cuanto menos curioso observar cómo ha cambiado todo en tan poco tiempo. Desde el juego colectivo del equipo a las individualidades. Raphinha parece otro futbolista y Lewandowski vuelve a ser aquel nueve que las enchufa todas. Pues eso, que Hansi Flick ha transformado a una plantilla que solo ha incorporado a Dani Olmo. La prueba es que el partido terminó con ocho futbolistas procedentes de la cantera. No descarten que esta temporada volvamos a ver un equipo compuesto por once canteranos. Desde que entrenaba Tito Vilanova que no ha sucedido.