Imagen escalofriante en la Pista 17 de Wimbledon. Se enfrentan la rumana Sorana Cirstea y la estadounidense Bethanie Mattek-Sands. Ésta se dirige hacia la red para responder a una dejada de la rival... pero su rodilla derecha se queda clavada. Lesión grave, sin duda.
Mattek cae al suelo y chilla de dolor. Salta la red Cirstea pero ve la rodilla de Bethanie mientras oye sus gritos y se asusta. Pide ayuda de inmediato mientras la estadounidense grita "¡Ayudadme, ayudadme! ¡Duele, duele mucho! ¡Oh Dios mío, Dios mío!".
Los equipos médicos tardan unos minutos. Atienden a la estadounidense en pista y requieren la presencia de su marido, Justin Sands, para intentar calmarla. Ya no se trata sólo de la lesión, está visiblemente alterada y necesitan que se tranquilice para poder atenderla: necesitó oxígeno y una inyección.
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Pasan más de 20 minutos y una ambulancia llega a la pista para llevarse a Bethanie, que sale en camilla, directamente hacia el hospital.