Kei Nishikori lloraba desconsoladamente en la silla de la Pista 2. Acababa de retirarse por una lesión en las costillas que ya le obligó a renunciar en Halle cuando perdía ante el croata Marin Cilic por un claro 6-1 y 5-1.
Las lágrimas de Nishikori hay que entenderlas por el hecho de que la de hoy ha sido su segunda retirada consecutiva en el 'grande' londinense. El año pasado ya no salió a jugar su partido de segunda ronda ante el colombiano Santiago Giraldo por un problema en el gemelo.
Estaba claro que algo no iba bien cuando el japonés cedió el primer set en apenas 16 minutos. En la grada, se podía oír a su entrenador, Michael Chang, diciéndole "no fuerces, no vale la pena". Con gestos le indicaba que cortara, que no siguiera.
Pero Kei no quería retirarse y por eso pidió la ayuda del médico y el fisioterapeuta que intentaron, con unas pastillas, que el dolor remitiera. No ha sido así y el japonés se ha visto forzado a abandonar.
"Sentía demasiado dolor y no he podido competir. Y a cada punto que jugaba, el dolor iba a más. No quería pero he tenido que retirarme", explicó Nishikori, noveno cabeza de serie, en rueda de prensa.
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Cilic alcanza de ese modo los cuartos de final de Wimbledon por tercer año consecutivo. En esa ronda se enfrentará a Roger Federer, que ha dado cuenta del estadounidense Steve Johnson por 6-2, 6-3 y 7-5... y aún no ha perdido un set.