Marcus Willis saluda como si del campeón de Wimbledon se tratara. Acaba de perder ante el rey del torneo, Roger Federer, por 6-0, 6-3 y 6-4 en una hora y 25 minutos, pero es Marcus quien se lleva todos los honores. Su gran fiesta está a punto de concluir.
Le ha hecho siete juegos al genio suizo y la Central, en clara comunión con el británico aunque con el corazón dividido porque al otro lado de la red está otro de sus favoritos, se ha divertido.
Como ha hecho también Willis. Marcus ha saboreado cada instante: su salida a 'La Catedral', su primer punto ante Federer, su primer juego... ¡incluso su primer punto de 'break'!
En la grada, sus seguidores adaptaban el célebre 'Will Grigg's on fire, your defence is terrified' ('Will Grigg está enchufado, tu defensa está aterrorizada') que los norirlandeses han popularizado en la Eurocopa. En Wimbledon se ha oído 'Willbomb's ('Willbomb' es el apodo de Willis) on fire, Federer is terrified'.
Pero las cosas son como son. Y un hombre que apenas 48 horas antes había ganado su primer partido en el circuito profesional no iba a sorprender al que ya supera las 1.000 victorias en su carrera, 81 de las cuales (con la de ayer), en Wimbledon.
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Roger, consciente de que para Willis era una jornada especial, le ha cedido todo el protagonismo tras su victoria. Él tendrá más oportunidades. Ya está en tercera ronda... cuando hay jugadores que aún no han hecho, siquiera, su debut.