El británico Chris Froome (Sky), líder de la Vuelta, aseguró al final de la séptima etapa que "todo el mundo iba cansado después de la jornada de ayer", por lo que los equipos vieron con buenos ojos que el Sky tirase del pelotón durante todo el día.
"Creo que todo el mundo estaba bastante cansado de ayer. Si alguien hubiera querido disputar la victoria podría haber tirado todo el día, así que creo que todo el mundo estaba conforme con que que tirásemos nosotros", explicó.
Froome admitió que la jornada fue más tranquila que la precedente, y destacó el trabajo de sus compañeros de equipo en el control de la etapa.
"Creo que hemos controlado la etapa en todo momento. Ha sido un día relativamente más cómodo y menos loco que ayer, eso seguro. Hoy Ian Stannard y Christian Knees se merecen una mención especial, por el gran trabajo que han hecho en cabeza. Es definitivamente gracias a ellos que yo siga hoy con la roja", dijo.
La fuga del día planteó la posibilidad de que el holandés Jetse Bol (Manzanas Postobon) obtuviera el maillot rojo, ya que se encontraba en la general a 8.55 de Froome. Finalmente se quedó séptimo a 46 segundos.
"La Vuelta te obliga a correr al frente del pelotón, hay caídas y debemos estar siempre atentos. Estoy contento porque estamos bien posicionados y con la roja. Estaba la escapada controlada. No queremos dar el maillot a alguien que sea una amenaza para la general, eso está claro", explicó.
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Froome calificó las dos próximas jornadas con final en Xorret de Catí y Cumbres del Sol como "etapas de la general, de las señaladas en esta Vuelta".