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Era la noticia más esperada para la afición 'grogueta'. Después de la convocatoria ante el Granada, de la que fue descartado, Bruno Soriano volvió a La Cerámica para jugar tres años, un mes y un día después de la última vez. Atrás deja un calvario de lesiones y dos operaciones.
Sin público en el feudo 'groguet' pero con el ánimo de los aficionados, el capitán volvió a lucir el brazalete en su vuelta a los terrenos de juegos. Fue ante el Sevilla, en un duelo de altura, con sabor europeo, como se merece una vuelta de ese calibre.
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Emocionado atendió después del partido a los micrófonos de Movistar LaLiga. "No sé muy bien ni qué decir, porque hacia tanto tiempo que no jugaba...", arrancó Soriano. "Esto es muy importante para mi después de haber trabajado tanto tiempo, de intentarlo y no conseguirlo muchas veces. Pero hay que seguir e intentar ayudar al equipo en lo que pueda el resto de temporada", explicó.