La 57 edición del Saló Nàutic que organiza Fira de Barcelona cierra este domingo sus puertas con un crecimiento global del ocho por ciento y superando los 56.000 visitantes, lo que obligará a buscar una nueva ubicación para próximas ubicaciones.
Con 275 expositores y 700 embarcaciones, 171 de ellas en el agua, esta edición deja pequeños el Moll de la Fusta y el Moll de España del Port Vell, convirtiendo este certamen en la mayor plataforma comercial y de divulgación de la náutica de recreo de España y una de las más importantes de Europa.
El presidente del Saló, Luis Conde, se ha felicitado por el éxito de la cita: "En estos cinco días se lleva a cabo un porcentaje muy elevado de las ventas anuales del mercado náutico español", situando el certamen que organiza Fira de Barcelona como "el mejor evento ferial del sector de nuestro país, contribuyendo así a la recuperación que las empresas náuticas españolas están registrando en los últimos meses".
Entre otras iniciativas, el Saló ha presentado 120 novedades, entre las que destacan dos embarcaciones híbridas y un catamarán de motor eléctrico y ha sumado más de 180 contactos de negocio, en la segunda edición de los Professional Meetings.
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También ha contado con un centenar de actividades para acercar el mar al gran público como el IV Festival de Paddel Surf, la Barcelona Paddle Race, salidas en bicicletas acuáticas, bautismos de mar en barcos de vela ligera, talleres de Marina Tradicional o La Noche de la Nàutica.