Si alguien le llega a decir a un aficionado che a principios de año que se iban a clasificar para la Champions, este le tomaría por loco. Pero tras asaltar por primera vez en todo el curso la cuarta plaza la semana pasada, el Valencia lo tenía todo en sus manos para lograr su objetivo. Y no falló. Castigó dos errores tremendos de los vallisoletanos y Carlos Soler y Rodrigo certificaron la participación para la máxima competición continental.
Pese a que en Valladolid ya estaban de celebración, parecía que eran ellos los que se jugaban algo. Salieron a morder y pasaron por encima de un Valencia que salió dormido al verde. Un tiro de Toni Villa a la madera y dos disparos lejanos de Verde presagiaban un desastre en Pucela. Más todavía cuando llegó la noticia del gol tempranero del Getafe ante el Villarreal.
Las 3 tarjetas con las que se cargaron los de Marcelino en los 20 primeros minutos ejemplificaban la superioridad de los locales. Solo Wass con centros desde la derecha daba una cierta sensación de peligro, y a punto estuvo Santi Mina de hacer bueno uno de ellos. Un tanto desesperados, presionaban arriba los visitantes y esa insistencia terminó dando sus frutos.
Rodrigo le birló el cuero a Kiko Olivas y se lo envió a Santi Mina. El gallego, con una sangre fría tremenda, aguantó el balón, atrajo a los defensas y habilitó a Carlos Soler, que no perdonó y ajustició a Yoel. El cuadro valencianista dio todavía más bueno su planteamiento, esperando atrás y buscando aumentar la ventaja a la contra, algo que pudo llegar tras un tiro de Santi Mina que se marchó lamiendo la madera.
Rodrigo sentencia
Volvió a pecar de concentración el Valladolid tras el receso y volvió a aprovecharlo el Valencia. Un fallo descomunal de Alcaraz, que se durmió recibiendo totalmente de cara a Yoel, lo aprovechó Parejo y le regaló el segundo a Rodrigo. No fue ni mucho menos el mejor partido de los ches, pero supieron penalizar los errores clamorosos de un Valladolid que no parecía importarle demasiado el resultado. Animando sin cesar durante todo el choque y celebrando la salvación con los suyos, ovacionaron y de qué forma a un Borja emocionado cuando fue sustituido, pues disputó su último encuentro como profesional a los 38 años.
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Poco más ocurrió en el Zorrilla, que era una auténtica fiesta y se quedaron cerca de celebrar un gol de los suyos, con un tiro de Alcaraz al palo. El conjunto de Marcelino dejó morir el encuentro y terminó la temporada de la mejor manera tras un inicio desastroso. El Valencia lo consiguió. El Valencia es de Champions.