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A falta de confirmación oficial, Maxi Gómez y Santi Mina emprenderán caminos opuestos. El delantero charrúa se marcha a jugar al Valencia, mientras que el gallego regresa al Celta de Vigo, donde ya formó parte de la primera plantilla entre las temporadas 2012 y 2015 después de haberse criado como futbolista en la cantera celeste.
La noticia la ha adelantado esta tarde el diario gallego 'Faro de Vigo', que publica que tras intensas semanas de arduas negociaciones finalmente se ha alcanzado una entente entre clubes. En la operación, el Celta recibirá 14,5 millones de euros además de la cesión del chicharrero Jorge Sáenz, un prometedor central que jugaba cedido en las filas del Tenerife. El futbolista desembarca en Vigo dos años a préstamo y el Celta se guarda una opción de compra por el jugador.
Con el acuerdo, el Celta da un golpe importante en la planificación de la próxima temporada. Tras firmar su renovación, Fran Escribá había solicitado al club las contrataciones de un defensa para el eje de la zaga y un delatero móvil y sus deseos se han visto cumplidos a escasos días de que el equipo regrese al trabajo.
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La entente también satisface a Marcelino García Toral, técnico del Valencia, ya que el asturiano consigue por fin al 'nueve' de referencia que tanto anhelaba después de una temporada en la que los che han echado en falta los servicios de un 'killer' que marcara las diferencias arriba, misión para la que desembarca el charrúa. En definitiva, todos salen ganando.