La derrota del Valencia este domingo ante el Cádiz en el Nuevo Mirandilla abrió de nuevo las heridas del cuadro dirigido por el Pipo Baraja. Tras dos victorias consecutivas ante Elche y Valladolid, con un eufórico tanto de Javi Guerra en el último minuto del partido, el conjunto ‘che’ parecía haber declarado el estado de felicidad. Pero esto es lo que tiene jugar con fuego, que a la mínima que pierdes un encuentro vuelves a ver como reaparecen los fantasmas del pasado.
El Valencia no pudo superar al cuadro gaditano, rival directo, y terminó la jornada a dos puntos de la zona de descenso. O lo que es lo mismo, a un partido de distancia de la zona roja. “No aprendemos, nos jugábamos una final. Como no cortemos los errores ya, nos vamos a la mierda”, dijo un muy enfadado Hugo Duro tras el encuentro en el Mirandilla.
Los de Rubén Baraja deben ahora volver a hacerse fuertes en Mestalla, donde están cosechando la mayoría de los puntos y donde se medirán a un Villarreal lanzado en su lucha por alcanzar la ‘zona Champions’.
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El Valencia se agarra al 10 de 15 en casa desde la llegada del nuevo entrenador y a la vuelta al once de dos de los hombres más importantes, Gayà y Almeida, que rotaron en Cádiz y se quedaron sin minutos. También la estadística juega a su favor, pues el cuadro ‘che’ lleva cuatro victorias consecutivas ante el equipo castellonense en Mestalla.