Acabó renqueante el duelo ante el Mallorca. Dolorido. Con inflamación en su rodilla tras un fuerte golpe que, pese a no revestir gravedad, le ha impedido entrenarse al mismo ritmo que sus compañeros. Pero el parón por selecciones le ha venido de perlas a Francis Coquelin.
El mediocentro francés ha aprovechado para hacer recuperación junto a los fisioterapeutas y, con el beneplácito de Marcelino, ha bajado el pistón. Vienen curvas para el equipo de la ciudad del Turia. La primera, el próximo sábado en el Camp Nou ante el Barcelona. La segunda, la Champions. Stamford Bridge. Palabras mayores. Es por eso que el asturiano ha estado mimando al galo, un jugador que ha empezado de forma espectacular la temporada. Forzó los dos penaltis ante los bermellones y fue un pulpo en la medular, multiplicándose en aquello que mejor sabe hacer: recuperar balones en su parcela. El estado físico de Coquelin es la principal preocupación ahora para el técnico, aunque, todo hace indicar, que estará presente sobre el tapete azulgrana.
Con el ánimo copero
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El arranque liguero no ha sido todo lo espléndido que se esperaba. Demasiado ruido alrededor de la plantilla. Dimes y diretes en las altas esferas. Fichajes que no se han concretado. El Valencia, que acabó la temporada en la cresta de la ola tras ganar la Copa del Rey, ha vuelto a las andadas. No hay mejor escenario que el Camp Nou para recuperar el crédito.