Durante las últimas semanas, la ejecutiva de la Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA) ha venido proclamando a los cuatro vientos su firme intención de celebrar el US Open de este año en las fechas previstas (del 31 de agosto al 13 de septiembre) a pesar del aplazamiento que decretó Roland Garros y de la cancelación de Wimbledon hace unas semanas.
El ente que organiza el Grand Slam neoyorquino, eso sí, también ha admitido que siguen de cerca la afectación del coronavirus en Estados Unidos y en el resto del mundo y que el futuro de su Major dependerá de su evolución en los próximos meses. En este sentido se ha pronunciado el actual director general de la USTA, Michael Dowse. "Todavía no tenemos una fecha fija (para tomar una decisión) simplemente porque las cosas están cambiando muy rápido”, admitió en una charla con el periódico New York Times.
“Puedes imaginar que la pista de aterrizaje para poder montar el US Open no es corta, así que problamente lo decidiremos a finales de junio en algún momento de ese período de tiempo del mes", desveló.
AYUDAS AL TENIS ESTADOUNIDENSE
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Siguendo los pasos de la Lawn Tennis Association británica (LTA) y de la Federación Francesa de Tenis (FFT) que destinaron 23 y 35 millones de euros respectivamente, Dowse también desveló este mismo martes que destinarán más de 13,5 millones de euros para ayudar a los diferentes estamentos que forman parte de la estructura del tenis en el país 'yankee'.