Tener 38 años en la mayoría de deportes, a nivel profesional, sería sinónimo de decadencia, pero ese no es el caso de Roger Federer, al menos, por el momento. El suizo, que parece vivir una eterna juventud en su trayectoria profesional, es uno de los grandes favoritos al título en esta edición el US Open.
La madrugada del martes al miércoles (02:30 horas aprox.) se juega su clasificación para las semifinales ante el búlgaro Grigor Dimitrov y ya mira de reojo la posibilidad de levantar su 21º título de Grand Slam una vez se ha despejado el camino con la baja de Novak Djokovic, que iba también por la parte alta del cuadro.
El balance del suizo contra su rival de octavos de final en pistas rápidas es inmaculado (6-0) y también lo es contra sus hipotéticos rivales en semifinales: Stan Wawrinka (17-0) y Daniil Medvedev (3-0). Es decir, nunca en toda su carrera profesional ha cedido un solo partido contra ninguno de los tres jugadores. En total, Federer acumula 26 triunfos y 0 derrotas. Una cifra que le permite soñar con alcanzar, de nuevo, una final de Grand Slam, como ya logró el pasado julio en Wimbledon.
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“El hecho de que todavía pueda ganar a los mejores y ganar los torneos más importantes me hace pensar que vale la pena quedarme para ver si puedo volver a sentir las mismas emociones que a los 20 años”, aseguraba el helvético ante los medios de comunicación tras eliminar al belga David Goffin. Lo que es palpable es que Federer sigue disfrutando como el primer día haciendo lo que más le gusta.