Nicolás Almagro grita de alegría en la Pista 5 del Billie Jean King National Tennis Center de Nueva York, sede del US Open. Acaba de derrotar, en un partido durísimo, al uruguayo Pablo Cuevas por 7-6 (5), 6-4 y 7-6 (9) en dos horas y 24 minutos.
La alegría del murciano es lógica: alcanza la tercera ronda de un Grand Slam por primera vez desde Wimbledon 2013. Las lesiones le impidieron competir durante un año y el regreso está siendo más duro de lo que le habría gustado.
Pero Almagro atesora tenis suficiente para seguir escalando posiciones en el ranking (actualmente es el número 48 del mundo) y ahora toca intentar aprovechar las oportunidades cuando se presentan ya que, por desgracia para él, se encuentra a los cabezas de serie muy pronto. El próximo, el francés Gael Monfils, décimo preclasificado.
Otro de los favoritos ya ha dicho adiós: Milos Raonic. El quinto cabeza de serie del US Open no ha podido superar la segunda ronda. El finalista de Wimbledon ha cedido ante el estadounidense Ryan Harrison por 6-7 (4), 7-5, 7-5 y 6-1 evidenciando, además, ciertos problemas físicos.
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Tras el segundo set Raonic ha sido atendido de la muñeca izquierda (otro más) pero ha podido seguir. El golpe moral al ceder el tercer parcial, unido a que las sensaciones no eran buenas, han precipitado el adiós del pupilo de Carlos Moyà.