Conor McGregor tuvo una llegada de lo más glamurosa a su combate con Dustin Poirier en Abu Dhabi. Rodeado de su equipo de colaboradores, el mito del octógono llegó en un Rolls Royce y, mientras todos los que estaban a su alrededor portaron mascarilla, él no lo hizo.
No obstante, la noche no fue lo que McGregor deseaba. El luchador irlandés cayó en el segundo asalto ante su rival, lo que no evitó que reconociera su derrota con deportividad y felicitase a Poirier.