Festín goleador en Wembley

Inglaterra y Alemania nos brindaron un emocionante duelo con hasta seis goles y muchas más ocasiones, impropio de dos selecciones que no se jugaban nada en esta última jornada, con los ingleses ya descendidos y los germanos sin opciones de pasar a la ‘Final Four’.

Tras un minuto de absoluto silencio en memoria de la Reina Isabel II, Alemania salió al césped de Wembley a mantener la posesión del balón, mientras que Inglaterra buscaba la verticalidad para llegar a la portería de Ter Stegen. La primera ocasión de peligro no llegó hasta el minuto 10, cuando Gündogan probaba el disparo tras un error de Pope con el balón en los pies.

Inglaterra no creó peligro hasta pasado el minuto 20, cuando acumuló varias llegadas al área germana. Sterling pudo poner el 1-0 tras ganar la espalda a la defensa, recortar a su par en el área y rematar ante un imponente Ter Stegen que le ganó la partida. Instantes después era Kane quien remataba desviado por muy poco una volea dentro del área.

Tras unos minutos sin nada que reseñar, Sterling volvía a ser protagonista. El futbolista del Chelsea recibía un balón al espacio de Kane y volvía a toparse con Ter Stegen. Y justo antes del descanso, se marchó muy cerca del palo un disparo lejano de Kimmich.

Ya en la segunda mitad, dos errores consecutivos de Maguire condenarían a Inglaterra. El central del United le regalaba el balón a Musiala y, posteriormente, le derribaba dentro del área cometiendo penalti. Fue el VAR quien avisó al colegiado de la falta.

El encargado de transformar la pena máxima fue Gündogan, con un disparo raso pegadito a la madera. Posteriormente, Bellingham y Werner, con un disparo cruzado tras un jugadón de Musiala, pudieron ampliar la ventaja para Alemania con sendos remates.

Quien sí acertaría sería Havertz, que anotaba el 0-2 tras recibir solo en la frontal y sacarse un zurdazo directo a la escuadra. Imposible para Pope.

Sin embargo, cuando Inglaterra parecía desahuciada, el partido se volvería loco. Shaw recortaba distancias en el 71’ tras un centro desde la derecha que controlaba libre de marca al segundo palo y batía por abajo a Ter Stegen.

Y sin apenas tiempo para encajar el golpe, Alemania veía como su ventaja se iba al traste. Mount lograba las tablas tres minutos después con un gran golpeo de primeras desde la media luna del área imposible para el guardameta del Barça. 

Pero la reacción inglesa no acabó ahí. Kane, instantes después, apunto estuvo de culminar la remontada con un disparo a la media vuelta. No obstante, en el inicio de esa jugada, Schlotterbeck cometía penalti sobre Bellingham. Sería el propio Kane quien pondría el 3-2 con un lanzamiento a la escuadra.

Ya en los minutos finales, Alemania, que no había dicho su última palabra, logró recomponerse y volvió a igualar el partido por medio de Havertz, tras un error tremendo de Pope, al que se le escapó un balón que pretendía blocar. Quien no falló fue Ter Stegen, que salvó a los germanos del 4-3 en un mano a mano con Saka en el descuento.