Peter Sagan es capaz de sorprender en cualquier escenario. Ayer, subiendo la Forclaz sintió una imparable necesidad de ir al baño. Como el recorrido estaba atestado de gente y para no ganarse una multa por mal comportamiento, se bajó de la bici y pidió a un aficionado que le prestara la caravana para hacer sus necesidades.
El aficionado, ahora, se siente orgulloso de haber ayudado al campeón del mundo y maillot verde del Tour. Sagan le agradeció infinitamente el detalle, se montó en la bici siguió su camino montaña arriba.
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En la meta de Finhaut - Emosson dio la nota haciendo el caballito y cruzando la llegada con la rueda delantera levantada. Froome ya no estaba allí para verlo.