"No estoy jugando bien ahora mismo y no estoy contento con ello. David ha sido mejor que yo". Tal y como acostumbra a hacer cuando llega una derrota, Rafa Nadal no puso excusas al despedirse de uno de sus torneos favoritos, el Masters de Montecarlo, a manos de su amigo David Ferrer.
El mallorquín sabe que su tenis necesita mejorar y recuperar esa chispa que en otros años, a estas alturas ya existía en él. La adaptación al cambio de superficie está siendo más lenta de lo esperado, pero el de Manacor sabe que va por el buen camino.
Este mismo sábado se puso manos a la obra en las pistas del Real Club de Tenis Barcelona (RCTB) durante casi dos horas, en las que corrigió errores y pulió detalles a las órdenes de Toni Nadal.
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"Estoy muy contento de estar de nuevo en Barcelona. Físicamente me encuentro muy bien y con muchas ganas de empezar a jugar”, explicó Nadal al término del entrenamiento.