"Hay momentos en que es mejor suspender, se hace peligroso", dijo Nadal tras derrotar al australiano Thanasi Kokkinakis 6-2, 6-4 y 6-2 y avanzar a tercera ronda.
Con el termómetro en los 44 grados, el Abierto de Australia puso en práctica su "política de calor extremo" y durante más de tres horas paralizó la actividad en las canchas exteriores.
Sólo Nadal y Roger Federer, ambos en estadio techados, continuaron jugando. El director del torneo, Craig Tiley, dijo a dpa que muchos tenistas le piden seguir jugando argumentando que son "atletas profesionales", que deben estar "preparados" para el clima extremo y que de todos modos juegan "con calor en todo el mundo".
"No jugamos todo el año con este calor", retrucó Nadal. "Una cosa es lo que conviene y otra cosa es lo que es. Tanto calor es algo que no recuerdo"."Es lógico que haya jugadores que pidan seguir jugando", añadió Nadal, que pidió "un organismo superior integrado por médicos que decida si las condiciones son óptimas o no para el deporte profesional".
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"No es una decisión que el jugador pueda tomar, es un tema más médico que deportivo", insistió el español.