Andy Murray terminó el trabajo que había iniciado su hermano Jamie el jueves al acceder a la final individual del Open de Australia 2016. El mayor de la saga había hecho lo propio 24 horas antes, formando pareja con el brasileño Bruno Soares.
Para Andy, la novena final de Grand Slam (con un bagaje de 2 victorias por 7 derrotas). Para Jamie, la tercera, y, además, consecutiva, ya que, junto al australiano John Peers, luchó por las coronas en Wimbledon y US Open 2015.
Jamie tiene fe ciega en Andy. Por eso sabía que las posibilidades de convertirse en los primeros hermanos de la Era Open (desde 1968) que disputaban las finales de individuales y dobles en el mismo Grand Slam, eran altas.
"Suele jugar bien contra los grandes sacadores. Tiene buenos balances con John Isner, Ivo Karlovic... este tipo de jugadores. Y si Andy juega a su mejor nivel es superior a Raonic", analizaba el mayor de los Murray en las horas previas a la semifinal individual que ha llevado a su hermano menor a su quinta final en Melbourne Park.
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Los Murray están escribiendo su propia historia. Y esperan que, esta vez, las letras sean de oro. La primera página se escribe este sábado con la final de dobles que enfrentará a Jamie y Soares con dos auténticos veteranos: el canadiense Daniel Nestor y el checo Radek Stepanek.