Ayer se vio uno de los peores episodios en la carrera deportiva de Serena Williams al perder los estribos ante el juez de silla de la final del US Open. Se frustó de lo lindo ante la japonesa, Naomi Osaka, que a sus 20 años se hace con el primer grande de su carrera mostrando un juego sólido y seguro.
La actitud de la americana fue del todo reprochable, llegó a romper dos raquetas y se metió con el juez de silla, el portugués Carlos Ramos, en varias ocasiones. El peor momento de todos fue cuando Williams recibió una penalización por recibir órdenes de su entrador y luego llamó "mentiroso y ladrón" al juez.
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Esta actitud ha estado reprochada por los usuarios de las redes sociales.