Kyrgios está de vuelta: "Puedo ganar un Grand Slam"

Después de casi dos años apartados de las pistas por sus inacabables problemas físicos, Nick Kygrios está de vuelta. El tenista australiano anuncia su regreso en diciembre con el objetivo de retomar su carrera, un desafío que se ha marcado para cumplir con las expectativas que siempre se ha tenido sobre su talento.

"Volveré porque hay algo que me empuja a hacerlo. Gané a todos, jugué en una final de Grand Slam, gané muchos títulos y gané mucho dinero". Con estas palabras Nick Kyrgios manda un aviso a navegantes de cara al futuro: su vuelta está más cerca que nunca. Dos años han pasado desde que el australiano disputase su último partido; desde entonces, problemas continuos en su rodilla, muñeca y pie que han imposibilitado al siempre excéntrico jugador poder volver a jugar un partido de tenis.

Confiado en sus posibilidades

Sin embargo, el australiano parece empezar a ver la luz al final del túnel; con la retirada de Nadal -a quien consideró como un ejemplo a seguir- y los últimos años de Djokovic, Kyrgios cree que tiene una oportunidad única para poder pelear entre los mejores tenistas del circuito actualmente. "Ahora todo está abierto, puedo ganar un Slam. ¿Soy un chico malo? Me etiquetaron así porque soy diferente de los tenistas normales. No creo que el público australiano piense así, aunque al principio de mi carrera pensaban que era un asesino", explica.

Su vuelta se producirá en diciembre para la World Tennis League, un torneo de exhibición que le servirá para preparar el Abierto de Australia a principios de 2025. El australiano espera encontrarse en pista con Sinner con quien tiene una relación complicada como ninguna en el circuito. El tenista se burló y atacó en numerosas ocasiones al italiano por su 'dopaje', aunque Sinner no entró al trapo y respondió en pista ganando un título detrás de otro. Nick vuelve con la misión de cumplir con aquello que una vez prometió... y para plantarle cara a Sinner, si es que alguien -dejando a Alcaraz a un lado- puede.