Albert Ramos sonríe y levanta los puños. Acaba de lograr el triunfo más importante de su carrera al derrotar, por primera vez, a un número uno. El tenista catalán se ha impuesto a Andy Murray, a quien se medía por primera vez, por 2-6, 6-2 y 7-5 en dos horas y 33 minutos.
El escocés buscaba su victoria 100 en tierra batida. Pero, en lugar de eso, se marchó por la puerta de atrás después de ver cómo Ramos, con su implacable derecha remontaba, primero, un set inicial adverso y después, un 4-0 en contra en el tercer y definitivo parcial.
Murray llegó a disponer, incluso, de dos puntos para el 5-1 en esa manga. Albert encadenó cuatro juegos, y tuvo tres puntos de break para situarse 5-4 y servir para partido. Hay que admitir que el servicio de Andy todavía no está a su nivel habitual (a causa de la lesión de codo que le ha tenido apartado un mes de la competición), lo que provocó su desesperación durante todo el encuentro.
Murray logró, no sin quejas ni exclamaciones, salvar esa primera situación de peligro. Pero tanto va el cántaro a la fuente que al final acabó cediendo su saque ofreciendo a Ramos la oportunidad de sentenciar (6-5 y servicio). No pudo hacerlo en su primer 'match ball' pero sí con el segundo para acceder a sus primeros cuartos de final de un Masters 1000.
En esa ronda se enfrentará al croata Marin Cilic, quinto cabeza de serie, que ha superado al checo Tomas Berdych, semifinalista del torneo en 2015, por 6-2 y 7-6 (0).
Hay que recordar que Ramos esta temporada ha sido finalista en el torneo de Sao Paulo y semifinalista en Quito y Río, todos ellos disputados sobre tierra batida, y que en 2016 legó a los cuartos de final de Roland Garros, su mejor resultado en un Grand Slam.
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También el francés Lucas Pouille (11) está entre los ocho mejores tras el abandono de su compatriota, Adrian Mannarino, cuando el primero dominaba por 3-0. Ahora espera al vencedor del duelo entre el suizo Stan Wawrinka (3) y el uruguayo Pablo Cuevas (16).