La temporada no estaba siendo la idónea para Garbiñe Muguruza. Los resultados en tierra batida, además, decepcionantes para la tenista que, en un par de semanas, va a tener que defender su corona en Roland Garros.
Pero en el momento adecuado parece que la hispano venezolana ha recuperado su mejor versión. Así pudo constatarlo Venus Williams otra jugadora que, como Garbiñe, le pega a todo, arriesga en cada golpe.
Ese fue el patrón que ambas mantuvieron y que desembocó en un partido de alternativas, en algunas fases, un poco loco y acelerado, que se resolvió en favor de Muguruza, tras una hora y 43 minutos de partido, por 6-2, 3-6 y 6-2, un triunfo que le daba el billete a semifinales y la emplazaba con la ucraniana Elina Svitolina, que apeó a la checa Kristina Pliskova por 6-2 y 7-6 (9).
Las estadísticas en sus enfrentamientos favorecen a Garbiñe, que se ha impuesto en tres de las cinco ocasiones en que se han visto las caras, con un único precedente en tierra batida, en Roland Garros 2012, en que se impuso Muguruza (6-1 y 7-5).
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La otra semifinal enfrentará a la campeona en Madrid, la rumana Simona Halep, y la belga Kiki Bertens. Halep, sexta favorita, superó a la estonia Anett Kontaveit por 6-2 y 6-4; Bertens ganó a la australiana Daria Gavrilova por 6-3 y 6-3.