La alemana Angelique Kerber impuso la ley de su tenis en la final del torneo de Sidney, ante la australiana Ashleigh Barty, venciendo por un doble 6-4 en setenta minutos para conseguir el undécimo título de su carrera.
Kerber, que fue más efectiva que su rival en el servicio, se mostró especialmente certera en los puntos decisivos del partido, lo que le acabó dando la victoria.
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La alemana, vigésimo tercera favorita del Abierto de Australia, se enfrentará en primera ronda frente a su compatriota Anna-Lena Friedsam.