Pablo tenía claro que su futuro con Mayka era demasiado oscuro, y tras comprobar que su novia no se arrepentía de nada de lo que ha hecho con Óscar, decidió marcharse solo de la isla. Eso sí, por el camino se dejó a la única compañía que le quedaba en Villa Montaña, hogar de los concursantes masculinos de La isla de las tentaciones 2: ¿qué hacer con Rosito, oso de peluche que su novia le regaló como símbolo del amor verdadero?
Pocos minutos antes de entrar ella en la hoguera final, Pablo contó a Sandra que quiere que Mayka "vea que lo sigo teniendo [a Rosito] a pesar de todo, y ahora le diré algunas cosas sobre el peluche. Rosito significaba nuestra relación, el amor. Ella me lo dio y estaríamos conectados". Su novia entró, y el saludo no pudo ser más frío: fue en ese momento cuando Pablo se levantó, enseñó a Rosito a su chica, y lo tiró a la hoguera.
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"Eso, ¿para qué? ¿De qué te vale hacer eso?", quiso saber una molesta Mayka, puesto que el oso de peluche le había pertenecido desde que era niña; él tenía claro su respuesta: "eso son mentiras. Así que lo dejo atrás". Fue entonces cuando la joven comenzó a discutir: "¿eso son mentiras? Eso es mi vida. Que lo tengo desde que era pequeña. Mentira eres tú. Desde el minuto uno". Ella, lejos de recular y aceptar su parte de la culpa, sentenció el asunto: "para mí supone que ya los lazos que tenía con él los corta. Y encima que es un maleducado y no tiene vergüenza porque sabe que para mí ese peluche es importante porque llevo toda mi vida con él y a él le da igual y lo ha quemado".