Blonde se ha convertido en una de las películas más polémicas de los últimos años por la imagen que transmite de Marilyn Monroe, una actriz dulce y muy querida por todos, que aquí nos regala una cara muy desconocida en la que se pueden ver los excesos, las malas compañías y la explotación de una industria cinematográfica que la cosificó desde el primer momento. Y de todas las secuencias que compone un largometraje de 3 horas de duración, el público quedó impactado con una muy concreta: la supuesta violación de John F. Kennedy a Marilyn Monroe.
Un John F. Kennedy que recibe a la intérprete de forma muy fría tumbado en la cama y atendiendo llamadas, y que la obliga a practicarle sexo oral hasta llegar al clímax, para después pasar a una segunda parte que queda fuera de foco. Una agresión sexual en la que Ana de Armas da lo máximo posible para que resulte creíble y el público empatice con Marilyn Monroe.
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Obviamente, no es nada fácil confirmar si esta escena fue real o es ficción, menos aún cuando Blonde camina con dificultad en este equilibrio de representar el lado más desconocido de Marilyn, y una versión fidedigna de la realidad. Pero es evidente que la relación entre el presidente de los Estados Unidos y la intérprete estuvo salpicada de polémica.