ZTE se encuentra en un momento muy delicado ahora, ya que la empresa china se enfrenta a partir de hoy a una sanción impuesta por Estados Unidos que le impedirá a la compañía durante los próximos siete años a utilizar componentes estadounidenses en sus terminales, incluidos los procesadores Snapdragon de Qualcomm.
Esta sanción ha tenido lugar a raíz de un incumplimiento de las leyes de comercio con Estados Unidos e Irán por parte de ZTE y que la empresa china había llevado a cabo a pesar de las consecuencias que podría acarrear. La compañía ya ha pagado unos 890 millones de dólares como multa, despedido a cuatro ejecutivos de la empresa y también no podrá comprar componentes a Estados Unidos hasta 2025.
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Reuters ha sido quien ha informado de esta sanción y sin duda será un duro golpe para ZTE a corto plazo, ya que no podrá contar con los mejores procesadores para móvil en la actualidad, así que tendrá que confiar en otros como MediaTek. La buena noticia es que esto no le impide vender terminales en los Estados Unidos, por lo que podrá seguir consiguiendo dinero de esta fuente.