Suiza es el país neutral por excelencia en los conflictos militares. El pequeño país de los Alpes lleva sin conflictos militares más de doscientos años. Y no es porque sus vecinos sean pacíficos, puesto que Alemania, Francia e Italia han estado a golpes hasta mediados del siglo XX. Con esta falta de amenazas militares el gobierno se está planteando el no adquirir nuevos aviones de combate para sus ya pequeñas fuerzas aéreas.
En la actualidad las fuerzas armadas suizas utilizan cazas norteamericanos Super Hornet que quedaran obsoletos alrededor del año 2030. Una vez queden obsoletos el gobierno había planteado comprar modelos modernos, como el nuevo F-35 también estadounidense. Antes de decidir nada, el próximo día 27 de septiembre el país votará si comprar este material o no. Los gastos supondrían nada menos que 6,6 mil millones de dólares.
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No es que a Suiza le falte el dinero, siendo un paraíso fiscal, pero realmente es una cantidad de capital nada desdeñable. Los argumentos en contra de la compra se basan en que Suiza nunca ha tenido problemas de tipo militar, no obstante por ejemplo durante la Segunda Guerra Mundial tuvo que mantener sus cielos despejados de aviones tanto del Eje como Aliados.