Samsung no cumplió con su objetivo de 2021 para los teléfonos inteligentes enviados y hay varias razones por las cuales, una de las cuales es la línea Galaxy S21. De los 300 millones de unidades producidas, Samsung fabricó poco menos de 240 millones, mientras que la fabricación del resto estuvo a cargo de socios como Wintech y Huaqin.
De esos, alrededor de 25 millones eran de la serie Galaxy S21, que está en línea con la serie S20, a pesar del 2020 más duro. Sin mencionar que el Galaxy S21 no se encontró con ninguna competencia interna de la serie Note, ya que no hubo ninguna en 2021. Las generaciones S anteriores acumularon entre 35 y 40 millones de unidades.
Sin embargo, no podemos pasar por alto otros factores que contribuyen a los objetivos incumplidos, como la crisis de COVID-19 en Vietnam, donde Samsung tiene una buena parte de su capacidad de producción, y la escasez mundial de chips.
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La mayor parte de las ventas de Samsung provienen de las series Galaxy A y M de gama media y, curiosamente, el informe no dice nada sobre las versiones Fold y Flip, que según otros análisis funcionan muy bien dentro de su segmento. De cara al futuro, Samsung planea llegar a 334 millones de envíos este año con 285 millones de unidades producidas internamente, mientras que el resto se delegará a fábricas de terceros.