Si hay algo poco o nada recomendable en cualquier instalacion de Windows es ejecutar un archivo .exe del cual desconfiamos su orígen. Todo y que los usuarios más avanzados probablemente ejecutarán el .exe no confiable antes en una máquina virtual, Microsoft siempre quiere ponerle las cosas fáciles al usuario medio y ha desarrollado Windows Sandbox, una forma de poder ejecutar apps que no confiamos en un escritorio virtual.
Está diseñado con la seguridad en cabeza, y una vez hayamos ejecutado nuestra aplicación, la ventana Sandbox se cierra eliminando cualquier rastro; todo y que realmente no es una máquina virtual, si necesitaremos tener habilitadas las instrucciones de virtualización en nuestra BIOS. Windows Sandbox estará disponible en exclusiva para Windows 10 Pro y Enterprise, pensando especialmente en los usuarios profesionales.
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Sin duda es una característica muy interesante y que además consume muy pocos recursos, pues al lanzar una app en modo sandbox, se crea un entorno virtual de Windows que apenas pesa 100MB.