La Marina de los EE. UU seleccionó oficialmente al constructor naval italiano Fincantieri para producir las primeras fragatas de misiles guiados del servicio en más de 30 años. El servicio otorgó a la compañía 795 millones de dólares para comenzar la construcción de la primera de al menos diez fragatas, y el buque entrará en servicio en 2026. El nuevo buque sin nombre llenará un agujero en la estructura de la flota de la Marina de los EE. UU.
Fincantieri venció a otras tres empresas, incluida Austal USA, una asociación de General Dynamics Bath Iron Works y Navantia de España, y Huntington Ingalls Industries, para ganar el contrato FFG (X) (fragata rápida, guiada, "experimental"). El diseño del barco ganador se basa en la clase FREMM de fragatas de misiles europeas, con variantes del diseño que ya están en servicio con las armadas italiana, francesa, marroquí y egipcia.
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La Marina de los EE. UU operó 51 fragatas de clase Perry, pequeños barcos capaces de desplazar 4.000 toneladas y estar equipados con un cañón de fuego rápido de 76 milímetros que podía utilizarse como arma antiaérea, antibuque y antisubmarinos. Estas embarcaciones contaban asimismo con dos helicópteros.