En noviembre del pasado año se hacía oficial la compra de Fitbit por parte de Google. El gigante quería así fortalecerse en el sector de los wearables con la ayuda de la tecnología de Fitbit. La compra se realizó por una suma de unos 2.100 millones de dólares. No obstante, en aquel entonces ya había preocupaciones sobre esta compra y la ventaja que adquiriría Google en dicho sector. Ahora se conoce que la Comisión Europea está llevando una investigación sobre dicho movimiento y el uso de los datos de salud que le da la compañía.
La investigación se ha confirmado de manera oficial a través de la web de la Comisión Europea. En ella se pueden ver todos los detalles por los cuales ha movido al organismo a comenzar dicha investigación. La vicepresidenta ejecutiva Margrethe Vestager, asegura que dichos datos "ofrecen detalles clave sobre la vida y la salud de los usuarios de estos dispositivos". La vicepresidenta afirma que la misión del organismo en este asunto será investigar a Google para conocer que los datos recogidos a través de estos dispositivos "no suponen una distorsión de la competencia" en este mercado.
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Además de la ventaja que puedan suponer la adquisición de dichos datos, la Comisión Europea investigará también qué efectos producen el hecho de unir la base de datos de Fitbit con la de Google y si se vería afectada la interoperabilidad de Fitbit en otros sistemas operativos, como iOS. El 9 de diciembre será el día cuando la Comisión Europea tenga que tomar una decisión, una vez analizada la investigación llevada a cabo.