El grupo de ransomware conocido como Conti ha terminado sus operaciones oficialmente cerrando asimismo todas sus infraestructuras de red desde las que hacían sus ataques de ransomware. De acuerdo con DigitalTrends, aunque esto pueda parecer una buena noticia, sólo lo es temporalmente, ya que el grupo se ha dividido en subgrupos más pequeños, pero igual de peligrosos.
Conti ha muerto de éxito, ya que se ha convertido en una especie de cibersindicato del crimen por el que pasaban todas las actividades ilegales que ocurrían en la red. Expertos en secuestrar datos de empresa y de personas individuales, la red se convirtió en un auténtico refugio para lo más peligroso de internet.
Durante los dos últimos años, Conti llevó a cabo una serie de ataques de gran repercusión, dirigidos a la ciudad de Tulsa, en EE. UU. (de la cual secuestró todos sus datos), Advantech y las escuelas públicas del condado de Broward.
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Conti también secuestró los datos del sistema de sanidad pública de Irlanda durante semanas, motivo por el que fue perseguido por todo el mundo. El país de Costa Rica le declaró la guerra a Conti después de que sufrieran severos ataques.