Cuando influir supone mejorar la calidad de vida de las personas, es muy probable que 800.000 seguidores se multipliquen hasta el infinito. No hay nada que pueda emocionar más a Verónica Costa que “ayudar a una persona a darle la vuelta a su vida. He recibido mensajes que me han emocionado. Varias veces me han partido el corazón y, sobre todo, me han generado mucha responsabilidad. Que alguien te diga que ha estado a punto de suicidarse porque pesaba 160 kg y ahora, con 90 se siente feliz, es brutal. Tener credibilidad en las redes en algo relacionado con un estilo de vida sano es muy importante y tanto mi equipo como yo lo estamos consiguiendo. Mucho trabajo y mucho esfuerzo, sí, pero vale la pena”.
De pequeña, le costaba mucho pronunciar su nombre y “como solo me salía ‘Vikika’, mi padre empezó a llamarme así y así me conoce todo el mundo”, explica la nutricionista. Y es cierto: todos los aficionados al fitness saben quién es esta mujer, todo un referente. Acercarse al millón de ‘followers’ y que muchos de ellos le pidan abiertamente que quieren cambiar por dentro y por fuera, no es ninguna broma. “Cuento con un equipo de doce personas -explica- con el que preparamos programas personalizados. ¿Deportistas de élite? Lo cierto es que, desde hace años, entrenan con nosotros futbolistas del Real Madrid, Castilla y Celta, a los que complementamos el trabajo que hacen en sus clubes”.
A ellos y a todos sus clientes los cuidan e inculcan un aprendizaje. “Nadie nace enseñado -asegura Vikika- y con nosotros aprenden a comer mejor y a realizar el ejercicio físico óptimo para cada uno. Antes se priorizaba más la estética pero, desde hace un par de años, la alimentación ha pasado casi a un primer plano”. Y añade que “insisto siempre que el equilibrio es lo mejor. Las corrientes radicales son una irresponsabilidad. No todo vale para todos”.