Su legión de seguidores capta al instante su clase, elegancia e inteligencia. En las distancias cortas destila una sencillez impropia de este nuevo mundo -al que llegó por casualidad en 2015- y que ahora ya considera “excesivamente umbilical. Cierto que es mi trabajo y son fotografías en las que es lógico que impere el ‘yo’ pero he querido dar un paso más y situarme también detrás del foco”. De esa inquietud y de sus estudios de economía en la Pompeu Fabra ha nacido ‘Manola’, la firma de ropa deportiva que “también sirve para ir por la calle o a trabajar. Es sostenible, de materiales reciclables, producida en Portugal y realizada con telas de Italia”. Un primer paso tras la cámara al que seguirá “un proyecto solidario y un voluntariado. Quiero reprender este camino”.
Entre las redes sociales y su empresa hay espacio, siempre, para el deporte. Belén Hostalet reconoce que “me flipa. De pequeña practicaba natación y competí a nivel local. Me apunto a lo que sea. Acabo de correr la media maratón de Formentera y ya pienso en el reto siguiente”. Cuando llega al gym, su entrenador dice: “‘ya ha llegado el caniche cabreado (ríe). Aterrizo allí con ganas de quemarlo todo y ahora, mi nueva pasión es el boxing. Lo combino con la bicicleta estática a ritmo de música ‘disco’ y con el running. Vivo en movimiento permanente”.
CULÉ DE CUNA
La vena deportiva le viene de familia, “con un padre y un hermano del Barça a morir, igual que yo. Soy socia desde que nací y echo mucho de menos ir al Camp Nou. Vives el fútbol de verdad, lo compartes… Es una liturgia”. Reconoce abiertamente que "no ha habido otro jugador como Puyol. Reúne unos valores difíciles de encontrar en este deporte. Los barcelonistas le echamos de menos”.