El titular vale para Joana, para el boxeo y para la vida. A ella la esperan un par de meses con una dieta draconiana para bajar peso y llegar a esos 47,600 kilos que le permitan competir en su categoría. Llega al gimnasio con la comida de hoy, unas tortitas de arroz y un plátano, y la espera una dura jornada de entrenamiento. Otra más. “Si no eres capaz de aceptar las condiciones y el sacrificio, es que esto no es para ti. Es duro entrenar tantas horas y saber que te espera un pescado hervido con verduras por la noche. A veces, las tripas rugen tanto que te impiden dormir, así que me tomo un yogur como ‘recena’ para poder descansar”, explica. Lo cuenta con esa tranquilidad que desprende y analizando cada respuesta. Para preguntas inadecuadas ya están otros y Pastrana, simplemente, opta “por alejarme de polémicas.
Ya sabemos los prejuicios y los estereotipos que hay en este mundo en el que vivo. Dedico mi tiempo a demostrar y si alguien no quiere ver la realidad, que es la de una mujer que ha llegado a lo más alto en el boxeo, es su problema. Es lo que debemos transmitir a las que vienen detrás. ¿Referente? No tengo la visibilidad de otros deportes pero en el mío sí que lo soy. Me gusta que las niñas me manden mensajes y me cuenten sus inquietudes. Yo no pude hacerlo”.
ANTE LA CÁMARA
Joana Pastrana, treinta años y un currículum deportivo impresionante. Pero la vida sigue y llegará el día en el que el siguiente ‘round’ será fuera del ring. Como embajadora de Oysho realiza entrenamientos virtuales, es conferenciante e imparte cursos. “Voy evolucionando más allá del boxeo y toca enfocar el futuro. Me llegó la propuesta de trabajar en esta serie de Movistar y no lo pensé dos veces”, explica ilusionada. Su papel de la gladiadora Amazona va a sorprender. “Me gustaría ser especialista de cine -cuenta- porque va mucho con mi personalidad y me provoca esa adrenalina sin la que no sería capaz de vivir”. Pronuncia esta palabra en varias ocasiones durante la entrevista y reconoce que “si no la tuviera, la buscaría. Lo importante en esta vida es sentir y con adrenalina soy puro sentimiento”.