Amanecía en Guadalajara el 29 de mayo de 1965. Como cada mañana, los quiosqueros elevaban sus pesadas y ruidosas persianas a la espera de los primeros valientes. Entre las pilas de periódicos, había una que no paraba de venderse. Se trataba del diario El Informador, y el motivo de su éxito era el titular que aparecía en la portada: ‘48 años atrás, Atlas venció a Guadalajara por 18-0’. Aquel ‘Clásico Tapatío’, como se conoce a los partidos entre los equipos de esa ciudad, ocurrió supuestamente en enero de 1917, con gran parte del país envuelto en trincheras para librarse de la dictadura que Porfirio Díaz ejercía desde 1876. El histórico resultado fue nombrado de forma inmediata como ‘La goleada fantasma’. Nadie era capaz de demostrar con pruebas fehacientes que aquella humillación llegara a suceder.
Como es lógico, los aficionados de Atlas son los únicos que todavía siguen convencidos de que fueron capaces de meter 18 goles a su máximo rival. No es casualidad que la noticia apareciera 48 años después, justo cuando el CD Guadalajara, más conocido como Chivas, estaba viviendo la mejor etapa futbolística de su historia. Apodado el ‘Campeonísimo’, entre 1956 y 1965 los ‘Rojiblancos’ lograron siete títulos de Primera División mexicana, seis de Campeón de Campeones, una Copa México y una Copa de Campeones de la CONCACAF. Mientras todo eso ocurría, Atlas se mostraba impotente, incapaz de ganar un título de liga desde 1951.
Los ‘Rojinegros’ han estado nada más y nada menos que 70 años sin abrir sus vitrinas para que entrara un campeonato de liga. La victoria en el Apertura 2021 acabó de una vez por todas con la maldición que un día les profirió el ‘Tubo’ Gómez, histórico portero de Chivas: “Festejen ahora, que no van a volver a ser campeones en 50 años”. Se equivocó por dos décadas de diferencia. El enfado del meta mexicano vino después de que Atlas derrotara a Guadalajara en la penúltima jornada y se hiciera con el título. Como en cada ‘Clásico Tapatío’, no podía faltar una historia rocambolesca que engrasara la maquinaria de la enemistad entre las dos aficiones. El protagonista aquel día, sin embargo, fue Ángel Bolumar, catalán de nacimiento que emigró a México en 1909 cuando solo tenía 14 años. Jugó en el CD Guadalajara hasta 1924, cuando sufrió una doble fractura en su pierna derecha que le obligó a retirarse poco antes de cumplir los 30. En Guadalajara dicen que nadie ha sentido los colores de Chivas como él, por eso era un invitado habitual al palco del entonces Estadio Felipe Martínez Sandoval. Aquel 22 de abril de 1951 acudió junto a su esposa para presenciar el ‘Clásico Tapatío’ que podía darle el título al eterno rival. Hasta que un penalti a favor de Atlas hizo estallar su corazón. Bolumar cayó fulminado y falleció en la misma grada. Poco después, sus enemigos futbolísticos celebrarían el título en su propia casa.
Rivalidad centenaria
Club Deportivo Guadalajara y Atlas Fútbol Club representan la rivalidad más antigua del fútbol mexicano. Llevan viéndose las caras desde 1916, poco después de la fundación del club ‘rojinegro’ en agosto de ese mismo año. Chivas fue fundado diez años antes, en 1906. A pesar de estar dentro de la misma ciudad, entre las aficiones de ambos clubes pueden verse amplias diferencias sociales y económicas. Mientras que Guadalajara tiende a aglutinar al hincha de clase media-baja, Atlas representa a la clase adinerada de la metrópoli. Sus fundadores provenían de familias acaudaladas y aprendieron el fútbol en sus viajes estudiantiles a Reino Unido. Chivas, mucho más popular, siempre capitaneó la bandera de ser el equipo del pueblo, el de los ‘puros mexicanos’.
La batalla deportiva que viven ambos conjuntos ha dejado momentos para la historia. Desde el primer duelo documentado, el 15 de septiembre de 1916, que acabó suspendido por culpa de una batalla campal, hasta la mofa en un amistoso de 1955. Seguramente sea una de las escenas más icónicas que se hayan visto nunca en el fútbol mexicano. El portero de Guadalajara, de nuevo el ‘Tubo’ Gómez, estaba siendo insultado durante gran parte del encuentro por la afición ‘rojinegra’. Como el partido iba 5-0 a favor de Chivas, el guardameta pidió una revista a alguien del público, se sentó junto uno de los postes y se puso a leer tranquilamente.
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Con rencillas desde hace más de un siglo, mañana vuelven a medirse en la Liga MX. No importa lo alejados que estén de la lucha por el título, el ‘Clásico Tapatío’ es capaz de generar historias memorables más allá de los resultados.