Un derbi no siempre enfrenta a los dos equipos más fuertes de la ciudad. Tampoco tiene por qué contar la manida historia de David contra Goliat. Ni siquiera en todos los derbis hay odio. Hay algunos equipos de la misma ciudad que son esos hermanos que nunca discuten, se prestan la ropa y comen juntos cada domingo. Hay derbis que no dibujan un paisaje de tensión, gritos y bengalas. Ni siquiera en Croacia. Es lo que sucede en el derbi de su capital, Zagreb.
Hasta la prensa croata se sorprendió cuando, el año pasado, se colgó el cartel de no hay billetes en el estadio del Lokomotiva, con capacidad para poco más de 8.000 espectadores, para presenciar un derbi ante el Dinamo. Hasta ese momento, la mejor entrada de la historia del Lokomotiva apenas había superado los 4.000 aficionados, y fue para ver un partido ante el Hajduk Split. La mejor marca anterior en un derbi de Zagreb en ese estadio era de 3.300 espectadores.Una de las posibles razones del poco atractivo del encuentro de la capital croata es la tremenda desigualdad que hay entre los dos equipos. Esta temporada, el Dinamo es líder con 42 puntos, cuatro más que el segundo clasificado. El Lokomotiva, más de 20 puntos por detrás, es séptimo en la tabla en una liga de diez equipos. La clasificación es un fiel reflejo de la historia entre ellos. De las 69 veces que se han enfrentado, el Dinamo se ha llevado la victoria en 51 ocasiones. El Lokomotiva solo ha podido ganar nueve encuentros, y únicamente cinco en el feudo del Dinamo, donde se disputará el choque del próximo sábado. Una de ellas, eso sí, se quedó en la retina de los aficionados, como el 1-4 que consiguió el humilde equipo de Zagreb en el Maksimir en el año 2018.El palmarés también refleja la brecha entre Lokomotiva y Dinamo. La cota más alta que ha alcanzado el ‘Lokosi’ son los subcampeonatos de 2013 y 2020, dos años en los que el Dinamo fue campeón. De hecho, desde que se creó la liga croata, el Lokomotiva nunca ha conseguido terminar una temporada por delante de su rival. Incluso hay otro equipo de Zagreb que sí conquistó la liga de Croacia, el NK Zagreb, que alzó el título en 2002 gracias en parte a los 21 goles de Ivica Olic. El NK Zagreb, con un trofeo, el Rijeka, con otro, el Hajduk Split, con seis, y el Dinamo son los cuatro equipos que se reparten los 31 títulos de liga croata. Una distribución muy desigual, ya que el Dinamo ha conquistado el campeonato en 23 ocasiones, las últimas cinco de forma consecutiva. El equipo ahora entrenado por Ante Cacic ya levantaba títulos cuando Croacia formaba parte de Yugoslavia. De hecho, en 1968 se convirtió en el primer club croata y yugoslavo en ganar una competición europea: la Copa de Ferias. Ahora es habitual verle en las fases de grupos de la Champions League, pero nunca ha conseguido acceder a los octavos de final. La primera jornada de la presente edición presagiaba una buena fase de grupos para el Dinamo. Los ‘Plavi’ le ganaron 1-0 al Chelsea, provocando la destitución de Thomas Tuchel. El Milan también se iba dejando puntos. Pero el Dinamo finalmente fue cuarto y ya ni siquiera está en el equipo el mejor jugador y goleador de aquel partido, Orsic, que en el mercado invernal se marchó al Southampton.La competitividad de la selección croata en los Mundiales contrasta con la escasa presencia de los equipos del país en las rondas finales de competiciones europeas. Y la fuga de talento es la gran causa: del once titular contra Argentina en las semifinales del Mundial de Catar, solo Livakovic juega en la liga croata, concretamente en el Dinamo, y suena para grandes equipos. Los otros diez eran futbolistas de las cinco grandes ligas, lo que demuestra su calidad, pero también la dificultad para retener talento en el país. Suker, Prosinecki y Modric también dejaron muy jóvenes el Dinamo.El derbi eterno
En Croacia, el derbi, más que local, es estatal. La gran rivalidad, heredada de la época yugoslava, es entre el Hajduk Split y el Dinamo. Incluso saltan chispas en los partidos del Dinamo ante el Estrella Roja y el Partizán, ambos de Serbia, también por rencillas del pasado. El Dinamo tiene más cuentas pendientes con equipos de otras localidades e incluso de otros países que con el de su misma ciudad. Tampoco hay grandes diferencias en la creación de Lokomotiva y Dinamo, más allá de que los primeros se bautizaran como “Club de Fútbol de los Trabajadores del Ferrocarril”. Ni igualdad deportiva, ni sed de venganza, ni orígenes distintos. El de Zagreb es un derbi, aunque nunca lo parezca.