Goleada sin paliativos de un Sevilla muy superior a un Rayo Vallecano que ya emite un preocupante olor a Segunda División. Tras unos primeros 45 minutos sin goles en los que el meta franjirrojo, Alberto García, salvó a los de Paco Jémez, los hispalenses arrollaron a su rival sin piedad tras el intermedio y, en cuestió de dos minutos, encarrilaron un partido en el que acabarían disfrutando.
Con estos tres puntos, el Sevilla sigue en la lucha por la cuarta plaza; antes de la visita del Real Madrid al Getafe, los de Joaquín Caparrós son cuartos con un punto más que los azulones. Por su parte, el Rayo Vallecano es colista a siete puntos de la salvación cuando restan 12 en juego. Necesita un milagro.
Mandó claramente el Sevilla en el primer periodo y tuvo infinidad de ocasiones para ponerse por delante, pero su mala puntería y un estelar Alberto García evitaron el gol local.
Banega tuvo, en el 6’, una de las más claras con un libre directo desde la frontal que el meta franjirrojo sacó de la misma escuadra y ya hasta el filo del descanso no hubo una ocasión que inquietara realmente.
Fue en el 43’, cuando en centro de Navas tocó en Velázquez y Alberto tuvo que estirarse para evitar el tanto; poco después, el portero visitante volvió a sacar una mano salvadora a centro del propio Navas, evitando el remate de un Munir que ya tenía la caña preparada.
Por el camino, Franco Vázquez, Sarabia, Navas, Munir y Promes lo intentaron sin fortuna. Por el Rayo, un par de acciones de Pozo y poco más.
La superioridad hispalense se hizo patente en los primeros minutos de la reanudación, cuando los de Caparrós encarrilaron el encuentro en dos minutos.
Promes, tras un disparo que rechazó Alberto, abrió la lata, y Munir, tras un buen control, fusiló al portero visitante tras centr de Sarabia. Poco después, Munir de nuevo sentenció el duelo al aprovechar un rechace de Alberto a tiro de Ben Yedder. El francés certificó la goleada con una diana que certificó el VAR.
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Dejó de pisar el acelerador en el tramo final del duelo el Sevilla, pero eso no evitó el estreno goleador de Bryan Gil en Primera División, un tanto que redondeaba una clara manita.