No arroja la toalla el Sevilla en su persecución a los dos 'grandes' de la Liga a pesar del sinsabor que supuso salir del Santiago Bernabéu la semana pasada sin ningún punto en la mochila. Ante el Granada, bastaron un par de chispazos a los hispalenses para mandar a su rival a la lona. De Jong, además, continúa en plena forma y Reguilón ha encontrado un aliado de lujo en Nolito para el carril izquierdo del Sánchez Pizjuán. La estupenda sociedad que forman Jesús Navas y Ocampos por el lado derecho sigue rendiendo pingües réditos.
Por ahí, por las alas, rompió el Sevilla el encuentro. Rebasados los diez primeros minutos de juego Ocampos porfió por un balón que ya se perdía por la línea de fondo, se lo cedió a Navas, y éste sacó la escuadra y el cartabón para dibujar un centro templadito al punto de penalti, donde De Jong se elevó hasta el cielo para adelantar a su equipo en el marcador.
Fundidos los plomos nazarís, en pleno apagón, llegó el segundo tanto sevillista. Nolito recuperó su magia de antaño y tras una cabalgada de Reguilón por la banda izquierda resolvió ante Rui Silva con un balón picadito lleno de sabor sanluqueño.
Ni chicha, ni limoná
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Tras el descanso buscó la reacción el Granada, como no podía ser de otra manera. Entraron Gudelj por un bando y Foulquier por el otro, pero no dieron con la fórmula los de la ciudad de la Alhambra para meter mano a la trabajada zaga de Lopetegui, donde Diego Carlos se ha convertido en un auténtico líder de un tiempo a esta parte. La sustitución de Koundé por Nolito acabó con culquier esperanza de remontada de los de Diego Martínez.