En un principio, el colegiado Björn Kuipers había señalado falta de Koke sobre su defensor... Pero apareció el VAR para decidir lo contrario. El videoarbitraje llamó a filas al árbitro y le aconsejó que fuera a ver la acción.
Kuipers tardó muy poco en cambiar de opinión y decidir radicalmente lo contrario a lo que había apreciado en un principio. No solo no era falta de Koke sobre el jugador eslovaco, sino que era el rival el que había cometido la infracción, por lo que la jugada finalmente acababa como penalti a favor de España.
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Ocasión de oro la que disponía España para adelantarse en el marcador y abrir la senda de la victoria, algo que necesita como agua de mayo si quiere estar en los octavos de final de la Eurocopa.