Gerard Piqué fue el principal foco de atención en el entrenamiento de la selección española. El central tenía muy asumido que sería el jugador más seguido a su salida al terreno de juego del Reino de León y aportó su grado particular de suspense. Piqué retrasó al máximo su incorporación a la sesión. Todo el equipo ya estaba reunido en el centro del campo, con Julen Lopetegui, y Gerard entró en escena. División de opiniones, con pitos y aplausos, en los breves segundos que separaron su sprint desde el túnel del vestuarios al corrillo del centro del campo.
Con el arranque de la sesión, se apaciguaron los ánimos y solo se vio una pancarta ocurrente referente al catalán: "Piqué, coge la bicicleta de Shakira", en alusión a la canción de su pareja que está rompiendo moldes este verano en las pistas de baile.
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El público se tomó la sesión con calma, mientras los futbolistas se ejercitaron con total normalidad para preparar el estreno en la fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018. Eso sí, en algunos momentos, algunos hinchas corearon el nombre de Piqué, mientras otros respondían con pitos.